viernes, 6 de noviembre de 2020

Quédate con quien te cubra del frio

 Lo dijo El Principio, en un libro de 1947, quédate con quien te cubra del frío, te cobije ante el miedo y te cuide del mal; y todo eso suceda en un abrazo.


Es tan gráfico.Tan cercano.Tan bonito. Y solo puedo pensar en ti...en tus abrazos de millones de segundos, en tu dulce manera de acoger a todo aquel que "necesite un abrazo".En tantas y tantas veces que he soñado con tus abrazos, en tantas y tantas veces que han sido medicina , remedio y sanación para mi alma herida.  

Es curioso como a veces nos empeñamos en destrozar un presente porque somo incapaces de separar la idea de un futuro incierto de nuestra mente. Cómo podemos alejar cosas buenas de nuestro alrededor solo por un miedo, más o menos irracional, que nos susurra profecías no cumplidas de algo que no sabemos si se cumplirá.

Sin embargo , igual es un autoengaño o   una manera de sobrevivir, pero empiezo a pensar que un día las excusas se terminan, las máscaras se caen y los sentimientos se muestran con más o menos crudeza, dolor o alegría, siento que cuanto más profundo entras en mí, más profundo entro en ti y aunque te inunde el miedo, no es tan fácil sacarme de ahí.

Y como el tema hoy va de ÉL, de El Principito, también puedo nombrar otra frase mítica...

“Los hombres de tu planeta cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín... - dijo el Principito- y no encuentran lo que buscan..."


Y nuevamente es sabiduría pura, pero el miedo, ay el miedo, ese miedo a que la otra persona no sea la correcta, a lo que sentimos  o no sentimos, o creemos que deberíamos sentir o qué se yo...Todo eso, nos lleva a veces, a renunciar a un presente pleno , a un día a día lleno de pequeñas alegrías, nos distancia de personas que realmente nos importan y queremos, simplemente por miedo.
Miedo de no ser suficientes, o tal vez ser a dar demasiado, o demasiado poco, miedo de estar muy cerca o muy lejos, de perder a alguien, o perdernos a nosotros mismos...una búsqueda absurda que nunca cesa, que obviamente nunca encuentra lo que busca, porque muchas veces ni siquiera sabemos realmente que es. 
Por eso hay que buscar con el corazón, y eso implica a veces no pensar con la cabeza ni con la razón, implica ser justos con nosotros y con las personas que tenemos al lado, implica mirar al lado y decir : "Vamos!" Aunque ni siquiera sepas hacia adonde  ...y tengas miedo, claro.
Y mientras tanto los kilómetros y las horas se hacen distancia, se hacen nubes oscuras que sólo desaparecen con tu voz , se hacen ausencia que se resbala entre las manos como arena del desierto, tal vez ahora con más serenidad, con mas solemnidad, como queriendo dejar una marca en mi corazón, una marca que me recuerde donde estoy y porqué, y sobre todo que tus abrazos son el único lugar al que volvería siempre.

                            Ausencia :El Barrio



No hay comentarios: